La Palabra de Dios nos exhorta en Efesios 6:11 (RVR1960):
"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."

Hoy vivimos tiempos en los que la maldad parece crecer. Vemos violencia, injusticia, egoísmo y corazones endurecidos por vivir lejos de Dios. Muchos buscan llenar su vida con cosas pasajeras, pero terminan vacíos y heridos. En medio de esta realidad, más que nunca necesitamos la armadura espiritual que solo el Señor nos da.

  • Para los niños, esta armadura significa aprender desde pequeños a confiar en Jesús, para no dejarse arrastrar por el miedo o por malas influencias.

  • Para los jóvenes, es mantenerse firmes en la fe cuando el mundo les ofrece caminos fáciles pero destructivos, recordando que la Palabra de Dios es la espada que les da dirección y fuerza.

  • Para los adultos, es caminar con esperanza en medio de pruebas, luchando contra el desánimo, la ansiedad o la falta de amor que se ve cada día en la sociedad.

El escudo de la fe es esencial en tiempos donde la mentira, la desesperanza y la falta de valores parecen dominar. La coraza de justicia nos recuerda que, aunque otros vivan en maldad, nosotros debemos reflejar la luz de Cristo. Y el casco de salvación nos protege de pensamientos de derrota, recordándonos que en Jesús tenemos vida eterna.

Vestirnos cada día con la armadura de Dios es la única forma de enfrentar un mundo que quiere alejarnos de Él. Con fe, oración y obediencia, podemos permanecer firmes y ser luz en medio de tanta oscuridad.

"Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno." (Efesios 6:16, RVR1960).